Cinco lecciones creativas de Pixar con múltiples aplicaciones

Tomar notas y preocuparse por las personas la clave del éxito según uno de los fundadores de Pixar Studios. Ed Catmull asegura que mantener un equilibro entre trabajo y vida privada genera mayores dividendos.

¿Alguna vez has visto los Estudios Pixar por dentro? Si alguna vez has visto algún documental o noticia sobre ellos, sabrás que todo el mundo dice que es un lugar increíble para trabajar. Los trabajadores decora sus espacios de trabajo a capricho , comen gratis en la cafetería junto a grandes modelos de Buzz Lightyear, y se matan trabajando para producir el siguiente estreno. Si nunca los has visto, puedes hacerte una idea con el siguiente vídeo del canal de Youtube del New York Times:

Pixar Animation Studios es sinónimo de gran éxito. Desde que en el año 2006 fueron adquiridos por Disney previo pago de 7400 millones de dólares, los estudios han cosechado éxito tras éxito. Y sus cofundadores, John Lasseter y Ed Catmull, se han convertido en piezas clave en Disney, donde se les ha dado crédito por dar un nuevo impulso al grupo cuando casi agonizaba. Su filosofía de gestión es radical: dar a los creativos el control creativo para que el éxito económico esté asegurado.

Catmull ha escrito un nuevo libro en el que detalla lo que ha aprendido: Creativity, Inc., que llegará a las librerías de la mano de Random House Inc. el próximo mes de abril. Un libro, sin duda, muy recomendable para todo aquel que quiera motivarse y motivar a sus colaboradores: práctico, agradable, lleno de lecciones útiles ─tanto buenas como malas─ para cualquier persona que tenga que lidiar consigo mismo o con creativos. En Creativity, Inc. presenta además su visión de la personalidad de Steve Jobs, quien en 1986 compró Pixar de manos de George Lucas y con quien Catmull dice que ha trabajado más tiempo que con cualquier otra persona. Catmull es quizás el menos conocido de la tríada Pixar (Jobs, Lasseter, Catmull) pero creo que si este libro tiene el impacto que puede tener, eso no seguirá siendo así por mucho tiempo. 

Éstas son sólo cinco de las muchas sugerencias de Catmull para ayudar a un proyecto a relanzar su lado creativo.

1. Toma buena nota

Una de las partes fundamentales de la cultura de un estudio cinematográfico es el concepto de notas, sugerencias o críticas por escrito formuladas tras la proyección de la edición preeliminar de una película. En la mayoría de los estudios, las notas las hacen los ejecutivos corporativos o personas del mismo nivel o superior, y normalmente obligan al director a incorporarlas.

En Pixar, cualquiera puede hacer anotaciones y todos los empleados están invitados a las proyecciones en etapas muy tempranas, mucho antes de que la trama de la película esté finalizada. Los directores no tienen la obligación de usarlas ─son meras sugerencias─, pero en conjunto, crean una aprobación general, independientemente de si son o no parte del proyecto y también ayudan a aportar ideas de manera colectiva para resolver problemas complejos.

El año pasado, cuando Pixar estaba pasando por una especie de crisis existencial, Catmull y Lasseter llevaron el concepto de las notas aún más allá. Crearon un Día de notas para toda la empresa que analizara ampliamente la forma en que podían operar más eficazmente. Todo el día estuvo dedicado a este proyecto. Los empleados eligieron problemas o áreas que les apasionaban y trabajaron en conjunto para encontrar soluciones. A día de hoy, de los 106 temas tratados, la compañía está trabajando seriamente en 21 de ellos, una tasa de éxito increíble.

2. Es la historia, no la taquilla

Uno podría pensar que Pixar Studios es una compañía de tecnología, pues, después de todo, revolucionó la forma en que se hacen las películas de animación. Y, sin embargo, dice Catmull, la clave de su éxito no es construir una tecnología de animación sofisticada, sino contar una historia maravillosa que la tecnología pueda mejorar. El objetivo, por tanto, no es crear un éxito de taquilla, sino crear algo que los empleados sientan que es lo mejor que pueden hacer, incluso si, como ocurrió en durante la producción de Toy Story 2, eso significa deshacerse por completo de una de las principales tramas y empezar de nuevo el proceso de manera más profunda.

La experiencia de Catmull es que esa pasión se traduce en éxito de negocio. Por el contrario, colocar el éxito del negocio en primer lugar significa elegir el camino seguro en lugar de una revolución.

3. Las buenas personas hacen triunfar a las buenas ideas

Cuando Catmull habla ante grupos a menudo plantea la pregunta: “¿Qué es más valioso, las buenas ideas o la gente buena?”. Las respuestas, según él, suelen rondar el 50% en cada uno de los bandos. Sin embargo, su experiencia en Pixar demuestra que las buenas personas son mucho más importantes. “Si le das una buena idea a un equipo mediocre, va a meter la pata. Si le das una idea mediocre a un equipo brillante, la va a arreglar o la tirarán a la basura y crearán algo mejor”.

Catmull cita a W. Edward Deming, un experto en gestión que introdujo el concepto de calidad a la línea de montaje. Deming revolucionó la práctica al crear un sistema en el que cualquier persona podía detener una línea de montaje si surgía un problema; de esa manera cada uno tiene cierta responsabilidad en el proyecto terminado.

Durante la realización de Buscando a Nemo, Pixar trató de ahorrar dinero finalizando el guión antes de que el proceso de filmación comenzara en serio, pero no funcionó. Catmull está convencido de que eso fue algo bueno, porque la historia no habría funcionado tal y como estaba. “Hacer que el proceso sea mejor, más fácil y más barato es una aspiración importante, algo en lo que trabajamos continuamente; pero no es el objetivo. La meta es hacer algo grande”.

4. El equilibrio da frutos

Se sabe que la fuerza laboral de Pixar es intensa, y son legendarias las historias sobre las fechas límite de sus proyectos.

Sin embargo, tener una fuerza de trabajo altamente motivada tiene sus desventajas: en el esfuerzo por concluir Toy Story 2, una empleada, agotada, dejó a su hijo dentro de un coche aparcado al sol en lugar de pasar a dejarlo en la guardería ─el niño perdió el conocimiento, pero más tarde se recuperó─. “Toy Story 2 nos sirvió para darnos cuenta de que algo que por lo general se considera un plus -una fuerza laboral motivada y adicta al trabajo que se esfuerza en conjunto para cumplir una fecha límite- podría destruirse a sí misma si no se controla”. Desde entonces, Pixar es un ejemplo en lo relativo a permisos parentales, años sabáticos y diversión. Sus empleados se quedan y lo dan todo. El equilibrio sí importa.

5. Descubre lo oculto

Los jefes son ajenos a mucha información. En parte porque están ocupados, en parte porque no son conscientes de sí mismos o porque se vuelven vulnerables a la arrogancia. Pero sobre todo, dice Catmull, porque cada uno tiene puntos ciegos, y estos se agrandan cuando alcanzan posiciones de poder y no se sienten capaces de ser honestos por temor a que eso pueda afectar su propia trayectoria profesional.

¿Se puede evitar esto? Según Catmull, no se puede. Sin embargo es bueno al menos ser consciente de que hay muchas cosas que desconoces y, que no recibes toda la información que crees. “El mejor enfoque es aceptar que no podemos controlar todas las facetas de un entorno complejo e intentar combinar diversos puntos de vista para que el punto ciego sea lo menor posible”. En otras palabras, saber que no se puede controlar todo y no perder el sueño por ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario