El matrimonio, auténtico arte

En esta tranquila mañana de sábado, pasado ya el "prurito" comercial de san Valentín, me he puesto a ojear las bases de datos donde iba recopilando anotaciones y citas durante las lecturas de mis años de estudiante ─igual debería retomar esos buenos hábitos perdido, tanto el de leer más como el de anotar más─ en búsqueda de citas relacionadas con el amor .

Me he topado con una ficha titulada «Decálogo: El arte del amor», una poesía escrita por Wilferd Arlan Peterson (1900–1995) que yo recopilé de un artículo titulado “La carta de amor que Paul Newman dedicó a su segunda esposa”. En definitiva, un decálogo para construir un buen matrimonio.



Supongo que la mejor manera de aprender es siempre la experiencia. A través de ella y de la relación con las personas que te rodean te vas dando cuenta de lo que realmente cuenta en tu vida y de quién realmente te quieres rodear.

En los momentos difíciles es donde se demuestra la valía de las personas y las reacciones de cada cual en esos momentos marcan el resto de tu relación con esas personas. Quienes actúan de una manera acorde con tus expectativas seguirás teniéndolas a tu lado, sabes que merecen la pena; el resto… se irán perdiendo por el camino. Tu familia siempre estará contigo, tu marido o tu mujer es también tu familia, tus amigos, los de verdad, te darán una colleja, y el resto… ya sabes.

Pero, aparte de la experiencia, leer palabras sabias, de esas que dicen verdades como puños, ayudan a reflexionar sobre ciertas cosas, a morderte la lengua en muchos casos, a hablar cuando tienes que hacerlo, o a actuar de una u otra manera. La convivencia tiene sus cosas, y el conocer demasiado a la persona con la que vives tiene grandes ventajas que a veces pueden jugar en tu contra. Lo más importante, en mi opinión, es que en los momentos más duros te apoyes en él o ella, porque nunca está en el “bando enemigo”.

Por eso comparto este pequeño tesoro. Espero que os guste y, sobre todo, nos haga reflexionar:

Decálogo: El arte del amor
  • La felicidad en el matrimonio no es algo que simplemente suceda, un buen matrimonio debe crearse.
  • En el Arte del Matrimonio las pequeñas cosas son las grandes cosas; nunca sé es tan viejo como para no sostenerse las manos.
  • Hay que recordar decir «te amo» al menos una vez al día, y nunca irse a dormir enojados. Nunca hay que hablar al otro solo por ser condescendiente; el cortejo no debe terminar con la luna de miel, debe continuar a través de los años.
  • El Arte del Matrimonio es tener un sentido mutuo de valores y objetivos comunes, es pararse juntos enfrentándose al mundo. 
  • Es formar un círculo de amor que se alimenta en toda la familia.
  • Es hacer cosas para el otro, no en la actitud de servicio o sacrificio, sino en el espíritu de gozo.
  • Es hablar con palabras de apreciación y demostrar gratitud de manera considerada. No se busca la perfección en sí, el Arte del Matrimonio es cultivar la flexibilidad, la paciencia, la comprensión y el sentido del humor.
  • Es tener la capacidad de perdonar y de olvidar. 
  • Es dar al otro una atmósfera en la que cada uno pueda crecer. 
  • Es encontrar espacio para las cosas del espíritu, en una búsqueda común del bien y la belleza. 
  • Es establecer una relación en la cual la independencia sea por igual, la dependencia mutua y las obligaciones recíprocas. 
  • No es sólo casarse con la pareja perfecta, es ser la pareja perfecta. 
  • Es descubrir lo que el matrimonio puede ser, en su mejor momento. 
¡A ser felices!

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