"Alike" y educar a en creatividad

"Alike" es un corto sencillo, rápido y entrañable. En menos de 8 minutos nos muestra de manera gráfica y vivaz cómo rompemos la capacidad creativa de los niños día a día, gesto a gesto, palabra a palabra, ausencia a ausencia.

A su vez, esta historia nos ofrece un bonito ejemplo de cómo podemos hacer sobrevivir a nuestros niños al trauma de una educación exclusivamente formal, cuando no atendemos a la necesidad de no bloquear o mermar su capacidad creativa con ella.

“Esta es la respuesta correcta”, “Esto no es lógico”, “Juguetear es una pérdida de tiempo”…, son ideas que manifestamos en nuestro diálogo interior desde que, de niños, nos enseñan a reescribir nuestras respuestas más creativas por no encajar en un sistema estructurado.



Educar a los niños a no autoimponerse límites y a no desechar ideas que brotan en su mente sin realizar un análisis de ellas es lo ideal para educar en la creatividad. Antes de que un niño o la niña pierdan su color, los adultos tenemos la responsabilidad de iluminar su vida y de darle color a su mirada.

La relación con un niño tiene que tener risas, aventuras y locuras. Tenemos que hablarles de “disparates”, de “investigación”, de “explorar mundos imaginarios”, de hacer figuras en las sombras, de realizar experimentos científicos, de contar cuentos al revés… Ayudarles a manejar las luces y las sombras de su mente, el borboteo de sus emociones y la melodía de sus pensamientos. No podemos cortar sus alas porque sin ellas no pueden hacer volar su mente y eso…es la base de la pirámide de su crecimiento.

Creatividad de un niño en Alike

Cada niño es especial, vuela a su manera; y si, como dijo una vez Einstein, juzgamos a un pez por su habilidad para trepar un árbol, vivirá toda su vida creyendo ser un estúpido. Lo que Alike nos enseña es que con el pensamiento se va desarrollando la inteligencia, se abren nuevas posibilidades, se despierta la creatividad y se desarrolla la capacidad de tomar decisiones…

Consejos para fomentar la creatividad en los niños

Como podemos ver en Alike, las personas vamos perdiendo color en la medida en la que nos enfrentamos a la rutina, al exceso de trabajo y a “un todo estructurado”. Para no perder color y para desarrollar la creatividad, aquí tienes 7 consejos:

1. Equivocarse es bueno
Uno de los mayores obstáculos que tiene la creatividad es precisamente el miedo a equivocarnos. Si desde niños consiguiésemos entender el error como una fuente de crecimiento, el miedo no existiría o, al menos, no sería tan intenso como para conseguir poner un límite a nuestro pensamiento.

2. No tener miedo a que el niño se "aburra" y se "frustre"
Un niño aburrido y frustrado por ese aburrimiento es fuente de imaginación y de creatividad. Es increíble cómo de repente algo hace conexión y salta la chispa de la creatividad.

3. Pensar de manera "no convencional"
La libertad de expresión comienza con la libertad de pensamiento. Los niños agradecen muchísimo poder decir lo que piensan y soltar carcajadas ante lo absurdo. Y…¿qué hay que sea más gratificante que un buen rato de risas? La mejor educación comienza con el ejemplo, así que no tengamos miedo a establecer frecuentemente conversaciones disparatadas con ellos.

4. Trabajar en equipo
Como se suele decir, quizás si viajamos solos llegamos más rápido, pero si viajamos con más personas llegaremos más lejos. A los niños les encanta compartir momentos con otros niños y otros adultos, por lo que podemos acostumbrarles desde pequeños al trabajo en equipo. Los niños aprenderán a nutrirse de los demás y sabrán a ciencia cierta que ellos también son una mina de conocimientos.

5. Experimentar
Con la comida, con los juguetes y hasta con una piedra… Lejos de lo que solemos creer los adultos, ¡cualquier cosa sirve para experimentar y crear nuevos mundos! Por eso, muchas veces el mejor regalo material para un niño es una caja de cartón y un palo. Las cosas más simples son las más enriquecedoras.

6. Hablar de los problemas reales…e imaginarios
Hablar de los problemas reales e imaginarios les ayudará a crear soluciones y a recrearse en ellas. No hay nada que emocione tanto a un niño como tener una gran idea y darse cuenta de que el control de su mundo también está en sus manos.

7. ¡Jugar!
En séptimo lugar y como lo base de todos los puntos tratados anteriormente, tenemos que decir que los niños necesitan jugar. A todas las horas y con todo lo que encuentren en su mano. Solo así aprenderán que hay numerosos juegos y que todo tipo de juego necesita que echen a volar su imaginación. El juego es una herramienta que les capacitará para exteriorizar sus emociones y convertirse en artífices de su vida.

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